El logro será posible tras el derribo de este edificio de planta baja más dos alturas que alojó una botería, la que precisamente bautizó al conjunto. El proyecto municipal elaborado tras un acuerdo urbanístico con los propietarios permitirá iniciar «a lo largo de este verano», según apunta el concejal de Fomento Javier Lacalle, la demolición y reurbanización de este estratégico rincón urbano.
La intervención ya estaba contemplada en el Plan General de Ordenación Urbana de 1999, a su vez procedente de lo que estipulaba el Plan Especial del Centro Histórico, y sin embargo ha tardado todos estos años en convertirse en realidad. Ahora el Consistorio invertirá 357.000 euros en su ejecución que no debería tardar más de cinco meses según lo estipulado en los plazos iniciales, que incluso podrían recortarse.
El Ayuntamiento de Burgos se hizo con el edificio tras un convenio anunciado a finales de 2008. En aquel acuerdo se establecía que los propietarios recibirán 1.500 metros cuadrados de suelo residencial en la parte alta del Crucero donde podrán levantar diez viviendas unifamiliares.
Una vez lograda la permuta, la administración ha esperado a recibir el proyecto definitivo, algo que ocurrió en el mes de diciembre, y ahora tardará algunos meses más en sacar a licitación y adjudicar las obras.
Con ellas no solo desaparecerá la propia Casa del Botero, sino que se llevará a cabo una rehabilitación del ábside. Entre otras actuaciones se recuperará un hueco con ventana de vidriera que se encuentra a la altura del actual segundo piso de la edificación, se colocarán nuevos canalones y bajantes, se reconstruirá la cubierta de la capilla lateral de la iglesia y se llevará a cabo el picado, rejuntado y limpieza de la piedra del revestimiento del muro exterior.
Junto a esta limpieza del ábside, el hueco dejado por el edificio derribado tendrá que ser repavimentado. Esto permitirá ensanchar la acera en un lugar llamativamente angosto y colocar bancos, luminarias e incluso un par de alcorques, todo ello entre un nuevo pavimento.
Se mantendrá el callejón peatonal que conduce hacia una entrada de garaje y la calle Hospital Militar, aunque la comunicación no será plena hasta que se desarrolle otra unidad de actuación situada en la parte trasera de la iglesia y que impide el paso.
Asunto ‘histórico’
El derribo de la Casa del Botero es un tema que colea desde la conversión de la residencia la Merced en el hotel NH. En aquel momento, la promotora Palacio de la Merced S.A. se comprometió con el Ayuntamiento a demoler este antiguo edificio anexo a la iglesia para obtener la licencia de obra. Sin embargo, al no quedar claro quién debía sufragar los gastos de expropiación, el asunto quedó atascado.
La demolición de este edificio también fue protagonista cuando hubo de remodelarse completamente la iglesia de la Merced tras el incendio que se produjo la madrugada del 20 de abril de 2001 y que causó importantes daños en su estructura del templo.
En aquel entonces el arquitecto que dirigió la restauración, Pedro del Barrio, abogó por eliminar este «pegote» que impide ver el ábside del templo y un acceso secreto a las cubiertas a través de un husillo con escaleras en espiral. El tiempo, sin embargo, ha pasado sin resolverlo pero ahora parece estar a punto de dar carpetazo a este ‘culebrón’ de tantos diseminados por la ciudad.
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