El trámite para despejar la manzana de Caja de Burgos en la calle Manuel de la Cuesta, sanear y vallar el solar resultante ha dado a la vez un paso administrativo y otro empresarial en los últimos días. Así, mientras los técnicos municipales validaban la propuesta de demolición, la entidad de ahorro ha solicitado presupuesto a seis empresas para la demolición de los edificios de viviendas que tiene planteado reemplazar en esa parcela una vez realojados los inquilinos de la Caja con contrato en vigor para habitar allí.
Este expediente de demolición que afecta a 150 viviendas de tres edificaciones en las calles Manuel de la Cuesta, Soria y Avenida del Norte pasó el lunes por la comisión de Licencias del Ayuntamiento de Burgos, donde su responsable, Dolores Calleja, dio cuenta de la aprobación de la propuesta de Caja de Burgos al cumplir todos los requisitos legales y contrar a favor con todos los pronunciamientos técnicos, según explicó a este periódico.
Caja de Burgos por su parte espera tener decidido para el 15 de febrero el nombre de la empresa que acometerá la demolición que, si se cumplen los plazos que baraja la entidad, se producirá a finales de febrero, según adelantaron a este periódico fuentes de la entidad de ahorro. Una vez reducidos los inmuebles a escombros se vallará el solar para evitará los problemas de ocupación que se han registrado a la espera de que el Ayuntamiento de Burgos dé luz verde al proyecto para levantar un nuevo grupo de viviendas.
Tramitación interrumpidaLa tramitación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana por parte del Ayuntamiento tiene paralizado el proyecto que en su día presentó Caja de Burgos para reemplazar las viejas viviendas por modernas edificaciones a la espera no sólo de las correspondientes licencias sino también por ver si es necesario introducir alguna modificación sobrevenida en el proyecto en el que, como en toda edificación nueva, se reserva un 30 por ciento para viviendas de protección.
Es por eso que no está cerrado ni la densidad final de viviendas ni las alturas máximas ya que en la zona existen edificios anexos a los que van a ser derribados mucho más altos pero el Ayuntamiento aún no estrá en condiciones de validar si las nuevas edficaciones podrán o no igualar esa altura mientras no entre en vigor efectivamente el nuevo PGOU. El plan general actualmente en vigor califica esa manzana como un área de edificación abierta a diferencia de la mayoría de las nuevas construcciones de la zona, lindante con las avenidas de la Paz y Cantabria, que se han levantado formando una manzana cerrada.
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