Pero la realidad es otra -sólo hay que darse una vuelta por el centro histórico de la capital- y los expedientes de ruina son complejos con una tramitación administrativa que se dilata en el tiempo. Y más cuando se agotan todas las resoluciones y requerimientos a los propietarios de un inmueble y, finalmente, el Ayuntamiento debe ejecutar las actuaciones de forma subsidiaria.
Dos ejemplos claros de esta situación lo encontramos en la próxima demolición del edificio de la calle Santa Dorotea, 12 y el derribo de un pabellón situado en el patio interior del número 3 de la calle San Juan.
El Ayuntamiento de Burgos anuncia la demolición del número 12 de Santa Dorotea, un edificio en estado de ruina, sobre todo en su parte trasera que da a la calle Albacete. Una situación que obligó hace unas semanas a apuntalar el interior del inmueble y a colocar andamios en su fachada principal, mientras se redactaba el proyecto de demolición así como el de seguridad y salud.El derribo del edificio comenzará a partir del lunes, una vez que existe un decreto del alcalde con fecha del pasado 22 de enero. Las labores de desescombro ya han comenzado a cargo de Jovilma, la empresa que se hizo con el concurso de las obras subsidiarias. La demolición, que superará los 100.000 euros, no estará exenta de complicaciones puesto que se trata de un edificio de construcción antigua y comparte estructuras con el inmueble colindante. Todo ello, ha provocado que el Consistorio -a través del área de Licencias- haya estimado la necesidad de desalojo de los vecinos del número 14 por motivos de seguridad los lunes, martes y miércoles de las tres próximas semanas.
La concejal responsable de Licencias, Dolores Calleja, explica que el Consistorio de la capital se ha puesto en contacto con los vecinos afectados para facilitarles alojamiento gratuito en un establecimiento hotelero de la zona. Quienes deseen acogerse a esta oferta deberán acudir a los trabajadores sociales del CEAS de la zona, situado en el centro cívico de San Agustín.
Calleja reconoce que la tramitación de los expedientes de las órdenes de ejecución en edificios en ruina es lenta, porque en muchas ocasiones se hace imposible localizar a los propietarios o hay problemas en el reparto de la herencia de los antiguos dueños. «Una vez agotados todos los recursos y publicado el decreto de Alcaldía en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), el Ayuntamiento procede mediante ejecución subsidiaria a las actuaciones necesarias», precisa la concejal. Los gastos, como no podía ser de otra manera, repercuten en los propietarios.....
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