Justo frente al Solar de la Evolución, emblema arquitectónico, turístico y cultural del Burgos del futuro, el carril bici se esfuma por obra y gracia de la reciente remodelación del Paseo de la Sierra de Atapuerca.
La nueva pavimentación ejecutada junto a la ribera del Arlanzón, a la que a partir de ahora podrá bajarse a través de entradas habilitadas al efecto, ha suprimido el cemento rojo que indicaba el lugar reservado a los ciclistas y que iba pegado al murete fluvial. En el futuro las bicis tendrán que circular mucho más alejadas del río.
De momento se ha ejecutado la primera fase de las obras y tras ella el carril bici desaparece en la esquina del Centro de Investigación sobre la Evolución, a la altura de la calle Doctor Fleming. A partir de ahí, y de forma provisional, los ciclistas tendrán que compartir espacio con los peatones a través de la amplia acera del Paseo, optando preferiblemente por una franja serpenteante entre los árboles que no es propiamente un carril bici pero que hará las veces durante meses.
Porque según explica el concejal de Fomento, Javier Lacalle, la segunda fase de las obras que se ejecutará a lo largo de 2010 recoloca el carril a través de la actual calzada de los coches. Todo el frontal de Caballería quedará peatonalizado y las bicis podrán ocupar su lugar en el espacio liberado por los vehículos.
Lacalle no confirma si ese lugar teóricamente peatonal será compartido con los autobuses urbanos, pero todo apunta a que habrá algún tipo de circulación (aunque mínima) vinculada al transporte público e incluso, según llegó ha hablarse en su momento, a las lanzaderas turísticas que realizarán el recorrido entre el Museo de la Evolución y los yacimientos de Atapuerca.
Mientras tanto, insiste el concejal, los usuarios de la bicicleta podrán transitar sin mayores problemas por el Paseo recién remodelado que por cierto será inaugurado el próximo miércoles día 23 y que incluye como elemento estrella una fuente.
Pese a que la supresión del carril es solo momentánea, desde la Asociación Burgos con Bici no lo consideran un tema menor. Su presidente, Luis Palacios, recuerda que «no es el primer caso de un tramo de la red que o bien desaparece o bien se queda cortado, sin permitir la continuidad de las rutas». El paradigma de estos olvidos fue el caso de la remodelación de Reyes Católicos, la conocida como fase I del río Vena que no incluyó el carril bici en una arteria clave de la ciudad. A falta de un lugar reservado para ello, las bicicletas han ocupado la parte más cercana al río convirtiéndola en un carril ‘tácito’ que comparten con los peatones.Palacios asegura que «si la calzada del Paseo de la Sierra de Atapuerca queda peatonal y solo se usa para el transporte público no sería un gran problema, pero la cuestión es que no nos fiamos del todo de que vaya a ser así y podríamos acabar en una franja en la que realmente sí habrá tráfico».
Burgos con Bici considera que el tramo del Solar de Caballería debería haber sido un ejemplo de compromiso político con el carril bici y citan a San Sebastián, la ciudad-espejo en la que se miran los defensores de la movilidad a bordo de las dos ruedas.
«Allí en su día colocaron un carril junto al Kursaal, quitando espacio a los peatones y a los coches en una decisión valiente que generó polémica y que sin embargo se ha demostrado acertada», insiste el presidente de la asociación.
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